Fue asi que el piloto y
el copiloto de un Boeing 747-8 que volaba desde Hong Kong a Anchorage,
Alaska, se encontraban cerca de la península rusa de Kamchatka cuando
observaron un misterioso resplandor rojizo sobre el Pacífico. Sin otros
aviones en la zona en el momento de confirmar el avistamiento, tomaron
fotografías de la anomalía e informaron al Control de Tráfico Aéreo.
Informan los medios de comunicación, que el piloto holandés JPC van Heijst y su copiloto después de unas cinco horas en vuelo avistaron un intenso rayo de luz vertical en el cielo. No había otra fuente de luz ni tampoco tormentas en la zona o señaladas en su radar. Veinte minutos después, pudieron observar con sus propios ojos que el extraño conjunto de luces que parecían venir del océano.
Mientras sobrevolábamos el Océano
Pacífico, en algún lugar del sur de la península rusa de Kamchatka,
experimenté la cosa más aterradora en mi experimentada carrera de
piloto”, explicó el piloto holandés JPC van Heijst a Pbase. “Después de
unas 5 horas en vuelo, habíamos dejado atrás Japón, nos encontrábamos a
una altura de 34.000 pies y a 4,5 horas de Alaska.”
JPC van
Heijst también dijo que les habían informado por radio sobre terremotos
registrados en Islandia, Chile y San Francisco, y que podría haber
algunos volcanes en su ruta que podrían afectarles durante el vuelo, lo
que hizo que cambiaran de ruta por seguridad.
Pero lo que no se
esperaban era encontrarse cara a cara con un verdadero fenómeno
inexplicable.
“Entonces, no muy lejos de nuestra posición, observamos un intenso rayo en el horizonte que procedía de tierra. Era como una especie de rayo, pero de forma mucho más intenso y dirigido verticalmente hacia el aire”, continuó explicando el piloto holandés.
“Entonces, no muy lejos de nuestra posición, observamos un intenso rayo en el horizonte que procedía de tierra. Era como una especie de rayo, pero de forma mucho más intenso y dirigido verticalmente hacia el aire”, continuó explicando el piloto holandés.
“Nunca he visto nada como esto, y
no había flashes antes o después de esta misteriosa explosión de luz.
No había tormentas eléctricas en nuestra ruta o señaladas en
el clima-radar, nos mantuvimos en alerta por si pudieran haber posibles
tormentas que no nos indicaba nuestro radar y que nos podrían causar
algunos problemas.”
JPC van
Heijst no se le pensó dos veces y fotografió el extraño resplandor
verdoso que se encontraba por todo el hemisferio norte. Al principio
pensó que era una especie de aurora boreal, pero se dio cuenta de que
era mucho más dispersa y tampoco había visto nada parecido.
Aunque lo
mas sorprendente ocurrió unos 20 minutos después. JPC van Heijst comenzó
a observar como la extraña luz cambiaba de color, pasó del color
verdoso a un profundo resplandor anaranjado. A partir de ese momento los
dos pilotos se vieron aterrorizados por una escena apocalíptica ya que
únicamente se encontraba debajo de ellos nada más que el océano infinito
durante cientos de kilómetros.
“Una ciudad
lejana o un grupo de barcos de pesca asiáticos no tenían sentido en esta
zona, aparte del hecho de que las luces que vimos eran mucho más
grandes en tamaño y brillo, en lugar del clásico color blanco que las
ciudades o barcos producen”, dijo JPC van Heijst.
“Cuanto más nos acercábamos, el extraño resplandor era más intenso, iluminando las nubes y el cielo por debajo de nosotros en un tono naranja aterrador. Y todo en una parte del mundo donde no se suponía que no hay más que agua.”
“Cuanto más nos acercábamos, el extraño resplandor era más intenso, iluminando las nubes y el cielo por debajo de nosotros en un tono naranja aterrador. Y todo en una parte del mundo donde no se suponía que no hay más que agua.”
Entonces a
los pilotos se les ocurrió que el extraño resplandor rojo era la
explosión de un volcán enorme justo debajo de la superficie del océano, a
unos 30 minutos antes de sobrevolar la posición exacta.
encontraban al menos 2 horas de vuelo del aeropuerto más cercano y la idea de volar sobre un cielo lleno de cenizas en medio de la noche sobre el vasto Océano Pacífico aterrorizó a los pilotos. Pero muy a lo contrario de lo que se esperaban encontrar, no había ninguna nube de ceniza ni tampoco actividad volcánica en la zona.
encontraban al menos 2 horas de vuelo del aeropuerto más cercano y la idea de volar sobre un cielo lleno de cenizas en medio de la noche sobre el vasto Océano Pacífico aterrorizó a los pilotos. Pero muy a lo contrario de lo que se esperaban encontrar, no había ninguna nube de ceniza ni tampoco actividad volcánica en la zona.
Hay que tener en
cuenta que las fotos son tomadas con una muy alta sensibilidad ISO lo
que puede causar que calidad sean un poco pobre. También incluimos una
visión general de nuestra ruta marcada con la ubicación. Ahora sólo
estoy esperando que si se trata de una nueva isla, por lo menos que le
den nombre como descubridor oficial. Eso estaría bien”, concluyo JPC van
Heijst.
JPC van
Heijst cree que el misterios brillo rojo puede haber sido causado por la
actividad volcánica en la profundidad bajo la superficie del océano. Y
algunos expertos están de acuerdo, ya que la actividad sísmica ha ido en
aumento en las últimas semanas, con el terremoto al norte de California
y la amenaza de una erupción volcánica en Islandia.
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