Fue construido aproximadamente entre 3300-2900 a. C. y la extraordinaria estructura está repleta de magníficas tallas en roca. Pertenece al conjunto funerario de la Curva del Boyne, en el condado de Meath, a unos 45 Km. de Dublín.
Por el interior del montículo transcurre un pasaje de 18 metros de longitud y termina en tres pequeñas cámaras revestidas de grandes piedras. En el alto techo abovedado, las piedras (más de 100) están perfectamente equilibradas y se mantienen en su sitio sin necesidad de argamasa.
Esta perfección de diseño y ejecución demuestra que los que construyeron Newgrange eran magníficos artesanos.
El significado de las tallas, las espirales
Hay tallas en piedras del suelo y de la bóveda, como una triple espiral en el sector inferior de una de las piedras verticales.
Además de las espirales, abundan los rombos, los trazados en zigzag y los círculos. Pero estos símbolos no coinciden con los de otras galerías funerarias de Irlanda.
El solsticio de invierno es el día más breve del año, y marca el comienzo del año nuevo, cuando las fuerzas vitales empiezan a reanimar la tierra.
Quizá la triple espiral tallada en el interior de la cámara resuma las intenciones de los constructores de esta mal llamada tumba.
Quizás simbolíza la espiral interior el viaje emprendido por los muertos, y la que del el exterior el renacimiento.
Los primeros estudiosos de Newgrange consideraron tales dibujos como meras ornamentaciones. En tiempos más recientes se ha tratado de descubrir en éstos algún significado, más allá del efecto decorativo.
Martin Brennan, en su obra La visión del valle del Boyne analiza las piedras talladas.
Sostiene que la mayoría recogen observaciones astronómicas y cosmológicas y que Newgrange se constituyó, entre otras cosas, en el mayor y más antiguo calendario solar del mundo: "Para los habitantes del valle del Boyne (según Brennan) el estudio de los movimientos del sol era muy importante.
Muchas de las piedras que rodean el exterior del monticulo presentan tallas en forma despirales, motivos en V, rombos y otras figuras simbólicas.
La gran piedra de 3,2 m de longitud y 1,6 de altura, situada delante de la entrada, tiene magnificas tallas espirales que quizá representen el viaje del alma al reino de los muertos.
La abertura sobre la puerta sólo deja pasar la luz del sol en las mañanas de los días inmediatamente anteriores y posteriores al solsticio de invierno.
La construcción de Newgrange sabe aprovechar la luz del Sol.
Los rayos de sol sólo iluminan el santuario interior de la galería en las proximidades del solsticio de invierno. Sobre la entrada hay una pequeña abertura con espirales dobles y rombos tallados en el techo, así como puertas de piedra que podian abrirse y cerrarse.
La estructura está orientada de modo tal que, en el amanecer del día del solsticio de invierno, el sol naciente penetra en el interior de la tumba por dicha abertura, cuyas puertas deberían quedar abiertas. Los rayos de sol recorren la totalidad de la galería hasta el corazón de la cámara.
El investigador Michael O’Kelly el21 de diciembre de 1969, contempló al amanecer desde el interior de la tumba. El primer rayo de luz directa penetró por la abertura y atravesó la galería, llegando hasta el límite frontero del empedrado de la cámara del fondo.
La delgada línea de luz se fue ensanchando hasta convertirse en una franja de 17 cm de anchura, iluminando de manera espectacular la tumba y permitiendo ver con claridad varios detalles de las cámaras, e incluso el techo abovedado, gracias a la luz reflejada en el suelo.
A las 10,04, la franja de luz comenzó a estrecharse, y a las 10,15 el rayo directo dejó de incidir en la tumba.»
Otras funciones
La luz del sol penetra en el pasaje e ilumina el suelo de la cámara durante 17 minutos. Algunos han especulado el Sol habría tenido una gran importancia en las creencias religiosas del pueblo que lo construyó, y otros entienden que hace referencia a estudios arqueoastronómicos. Pero no fue ésta la única motivación de los constructores de estructuras tan notables.
Tal vez los sacerdotes instalaran en las cámaras los restos incinerados de los antepasados más venerados, para que el sol incidiese en ellos el día del solsticio de invierno, en una afirmación simbólica de la continuidad de la estirpe. Es posible que también estudiaran el universo y lo relacionaran con sus vidas personales. Newgrange no es sólo un calendario solar o un observatorio; parece implicar un simbolo de la propiafuerza vital.
Sucesivos descubrimientos demuestran una vez más que el hombre prehistórico no era tan simple ni bárbaro, sino que poseía conocimientos y habilidades que escapan aún a nuestra comprensión.
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