La PDI, tras meses de investigaciones, dio con una secta que habría
quemado a un lactante en un rito ceremonial efectuado en Quilpué. La agrupaciòn habría sacrificado a un bebé de 3 días
nacido en la Clínica Reñaca.
La mujer retiró su bebé sin la inscripción
respectiva, para entregarlo al día siguiente a los propósitos de la
secta, quienes convencidos de que dicho lactante era el “anticristo” que
venía a acabar con el mundo, lo arrojaron y quemaron
en una hoguera.
Las investigaciones comenzaron con la denuncia de un familiar de un
miembro de la secta que se habría enterado del horroroso ritual.
“Antares de la Luz”, como se hacía llamar el líder de esta organización,
preparó una hoguera de 2 metros de profundidad en los terrenos de un
fundo en el sector de Colliguay, al interior de Quilpué, donde habría
sido quemado este bebé tras ser acusado de reencarnar al personaje
apocalíptico.
De acuerdo a los antecedentes, los participantes de la sesión habrían
estado bajo la influencia de la Ayahuasca, una droga que se caracteriza
por nublar la voluntad de las personas, según se indicó desde la
Fiscalía.
Por ahora, el líder religioso habría huido del país y se encontraría en
Perú reclutando a más chilenas para formar parte de su secta en esa
nación. Mientras que Interpol trabaja en su captura y en la de 8
miembros más que habrían participado de la ceremonia en noviembre
pasado.
El fiscal Patricio Rozas, quien realizó los primeros hallazgos en este
caso, explicó que todo se inició en una investigación por tráfico de
drogas y sesiones de consumo concertado del alucinógeno Ayahuasca y
marihuana, lo que desembocó en el descubrimiento de la secta.
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