Estos
demonios momificados son sorprendentes monstruos, sirenas, incluso
monjes humanos con una historia tras de sí que aterraría al más
escéptico. Algunos expertos creen que algunas de estas momias demoniacas
son falsas, pero otros mantienen que se tratan de criaturas del
inframundo que continúan manteniéndose despiertas durante la noche.
A
continuación veremos algunas de estas criaturas momificadas que se
encuentran por todo Japón.
El demonio de tres caras
En la ciudad japonesa de Kanazawa, en la prefectura de Ishikawa, el templo Zengyōji es el hogar de la cabeza momificada de un demonio de tres caras.
Como se
puede observar la cabeza momificada tiene dos caras superpuestas en el
frente, una con otra (que se asemeja al de un kappa, que es un espíritu
del agua que se encuentra en el folclore japonés) situado en la parte
trasera. El templo muestra la cabeza del demonio cada año alrededor del
equinoccio de primavera.
En la ciudad
de Usa (prefectura de Ōita) otra momia demonio se exhibe en el templo
local. Según los expertos, la preciada reliquia era de una familia
noble, cambiando de dueño varias veces antes de acabar en manos de un
feligrés en 1925. Un buen día el feligrés cayó misteriosamente enfermo,
lo que desencadenó entre los residentes una leyenda que decía que la
momia estaba maldita, una creencia que se reforzó por el hecho de que el
feligrés se recuperó rápidamente de su misteriosa enfermedad después de
donar a la momia al templo donde permanece hasta el día de hoy
considerado como un objeto sagrado.
Momias sirena
Durante los siglos XVIII y XIX, un periodo conocido como Edo en Japón, tuvo lugar un fenómeno que para los residentes se trataba de muy mal augurio ya que aparecieron una gran cantidad de momias sirena en Misemono. Los aldeanos consideraban a estas supuestas sirenas como los demonios de los mares, y cada vez que aparecía una de estas momias las desgracias acompañaban a los pueblos y ciudades de las zonas colindantes.
Momias sirena
Durante los siglos XVIII y XIX, un periodo conocido como Edo en Japón, tuvo lugar un fenómeno que para los residentes se trataba de muy mal augurio ya que aparecieron una gran cantidad de momias sirena en Misemono. Los aldeanos consideraban a estas supuestas sirenas como los demonios de los mares, y cada vez que aparecía una de estas momias las desgracias acompañaban a los pueblos y ciudades de las zonas colindantes.
En este
punto debemos señalar que una gran cantidad de expertos afirman que
estas momias sirenas simplemente se trataban de un extraño arte, momias
creadas por los pescadores que perfeccionaron las técnicas para coser
las cabezas y los cuerpos superiores de monos y otros animales en los
cuerpos de peces. Pero expertos japoneses no están del todo de acuerdo
con las teorías expuestas anteriormente, ya que una de estas momias
sirenas fue encontrada en una caja de madera que contenía pasajes de un
sutra budista escrito en sánscrito.
Demonios Kappa
Otras de las momias presentes en los templos son las momias Kappa, que podría decirse que es la criatura más conocida de Japón. Según la creencia nipona, son diablillos traviesos de río que atraen a la gente – especialmente los niños – al agua para ahogarse y comérselos. Los testigos afirman que tienen un fuerte olor a pescado y se dice que son muy corteses a pesar de sus tendencias maliciosas.
Aunque los kappa son aproximadamente del tamaño de un niño y de color verdoso pueden variar ampliamente en apariencia. Con frecuencia tienen una concha de tortuga y de piel escamosa pero a veces su piel es húmeda y resbaladiza o recubierta en piel. La mayoría caminan erguidos sobre sus patas traseras pero se han llegado a ver también a cuatro patas. Al igual que con otras momias, otros expertos también señala que las momias Kappa también se construyeron mediante el uso de partes de animales extraños que van desde los monos a lechuzas. Un importante kappa se encuentra en la ciudad de Imari (prefectura de Saga).
El Tengu
Otra criatura legendaria sobrenatural es el tengu, un demonio peligroso en ocasiones representado con partes humanas y partes de aves. El Museo Hachinohe (prefectura de Aomori) al norte de Japón tiene en su poder una momia tengu, que se dice que una vez perteneció a Nambu Nobuyori, un líder del clan Nambu, que gobernó el dominio de Hachinohe en el siglo XVIII.
La momia de
este demonio parece tener una cabeza humanoide, plumas y pies de un
pájaro, se cree que su origen está en la ciudad de Nobeoka (prefectura
de Miyazaki) al sur de Japón. Las teorías sugieren que la momia tengu
hizo su camino hacia el norte después de haber pertenecido a los
miembros de las familias gobernantes samurái de Japón, algunos de los
cuales estaban profundamente interesados en la recolección y el
comercio de estas criaturas endemoniadas.
Raijū, la Bestia del trueno
No nos podemos olvidar de las criaturas sobrenaturales llamadas Raijū, la Bestia del trueno, que se cree que habitan en las nubes de lluvia y de vez en cuando caen a la tierra durante la caída de rayos. Los primeros registros escritos conocidos del Raijū se remontan a finales del siglo XVIII, y aunque los detalles sobre la apariencia de la Raijū varían, algunos documentos del período dicen que se parece a una ardilla, un gato o comadreja, mientras que otros lo describen como en forma de cangrejo o caballito de mar.
Raijū, la Bestia del trueno
No nos podemos olvidar de las criaturas sobrenaturales llamadas Raijū, la Bestia del trueno, que se cree que habitan en las nubes de lluvia y de vez en cuando caen a la tierra durante la caída de rayos. Los primeros registros escritos conocidos del Raijū se remontan a finales del siglo XVIII, y aunque los detalles sobre la apariencia de la Raijū varían, algunos documentos del período dicen que se parece a una ardilla, un gato o comadreja, mientras que otros lo describen como en forma de cangrejo o caballito de mar.
Dada la frecuencia de avistamientos del Raiju, en la década de 1960 el templo Yūzanji en la prefectura de Iwate recibió una momia Raijū como un regalo de un feligrés. El origen de la momia, así como la forma en como la obtuvo el feligrés es un misterio.
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