Un grupo de científicos en Reino Unido recientemente descubrió la
muestra de esperma más antigua, que fue preservada perfectamente por 17
millones de años bajo toneladas de excremento de murciélago, de acuerdo
con un estudio publicado en el Proceedings of The Royal Society B esta
semana.
Naturalmente nos preguntamos, ¿de quién es el esperma?
Esta historia inicia en 1988, cuando un grupo de investigadores liderados por Mike Archer de la Universidad de Nueva Gales del Sur comenzó a excavar fósiles vertebrados en Riverleigh.
Los investigadores usaron ácido para retirar el excremento de los
fósiles y el sedimento que quedó fue llevado al Museo de Queensland.
Entonces en 2009, un paleontólogo retirado llamado John Neil pidió
prestado un kilo de ese sedimento para analizarlo.
¿Encontró algo interesante?
Neil quedó fascinado con lo que había dentro del sedimento, más de
800 ostrácodos, que a pesar de su pequeño tamaño –miden entre 0.1 y 2
milímetros- poseen enormes espermatozoides en comparación al resto de
las especies actuales.
Cuando se puso a analizar las partes blandas, Neil contactó a un
especialista de la Universidad de Munich llamado Renate Matzke-Karasz. Y
entonces ocurrió el hallazgo.
El espermatozoide es enorme en comparación al de un humano que solo alcanza los 60 micrómetros o el de un elefante que mide 58.5 micrómetros. Por lo visto el tamaño de los espermatozoides nada tiene que ver con el de la especie que lo posee.
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