Nació en Transilvania en 1431 dentro de una familia noble. Vlad Drăculea o el príncipe Vlad III fue conocido como Vlad el Empalador, y fue quien inspiró al irlandés Bram Stoker al escribir la famosa novela ‘Drácula’.
¿Un vampiro? Pues lo que se sabe es que era bastante sanguinario, en su lucha contra el expansionismo otomano, castigaba horrendamente a sus enemigos. Según menciona Rt, cuando fue príncipe de Valhorrenaquia acabó con la vida de entre 40.000 y 100.000 personas.
Y aunque se creía que había muerto en batalla, dicen que hay evidencias de que fue capturado por los turcos tras un combate. Luego liberado, cuando su hija María, que había contraído matrimonio con un noble napolitano, pagó un rescate por la liberación de su padre.
La lápida contiene imágenes y símbolos de Transilvania,
uno de los expertos dijo: “Si uno se fija en las esculturas en bajo
relieve, el simbolismo es obvio [...]. El dragón significa Drácula y las
dos esfinges opuestas representan la ciudad de Tebas, también llamada
Tepes.
En estos símbolos está escrito el nombre del propio conde: Drácula Tepes“, agregó.
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