La teoría predominante acerca del nacimiento de la Luna, corroborada de nuevo por un estudio hecho público la semana pasada, dice que nuestro satélite natural se formó hace unos 4.500 millones de años, cuando un cuerpo planetario del tamaño de Marte y que es conocido como «Theia» chocó violentamente contra la Tierra.
De acuerdo con esta hipótesis, el calor generado por la colisión habría provocado que nuestro planeta entero se derritiera.
Algunos de esos restos se enfriaron y salieron disparados para terminar formando nuestro satélite natural.
Energía para fundir el planeta
Los científicos llegaron a esta conclusión tras analizar las proporciones de isótopos de gases nobles de las profundidades terrestres y compararlas con las más cercanas a la superficie. Resultó que eran significativamente diferentes. «Esto implica que el último impacto gigante no mezcló completamente el manto y no había todo un océano entero de magma», dice Mukhopadhyay.
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