Se calcula que un 70% de niños de entre 11 y 12 años tienen un celular en el Reino Unido y un 90% de los de 14 años
Un equipo de científicos del Reino Unido realizará el mayor estudio del mundo sobre el efecto de los teléfonos celulares en los cerebros de niños y adolescentes, según se anunció hoy en este país.
La investigación, por encargo del ministerio de Sanidad y con 
financiación público-privada, seguirá la evolución de 2 mil 500 alumnos 
de 160 institutos de Londres de los 11 a los 14 años, para comprobar si 
se producen cambios en sus funciones cerebrales.
El llamado "Estudio de Cognición, Adolescentes y Teléfonos Celulares", 
abreviado Scamp en inglés, está encabezado por expertos del Imperial 
College y se centrará en examinar las variaciones en las funciones de 
memoria y atención, que siguen desarrollándose durante la adolescencia.
Los niños se someterán a pruebas y contestarán preguntas primero a los 
11 y 12 años, cuando la mayoría empieza a utilizar estos teléfonos, y 
luego de nuevo a los 14 años.
El presidente del comité organizador de Scamp y subdirector del 
Instituto de Neurociencia Cognitiva del University College London, 
Patrick Haggard, señaló la importancia "del mayor estudio de seguimiento
 de adolescentes del mundo".
"Este estudio tiene dos aspectos valiosos: intenta calcular la 
exposición de los niños a los campos de radiofrecuencia de la forma más 
precisa posible y utiliza un conjunto de pruebas cuidadosamente 
diseñadas para medir las funciones cognitivas clave que se desarrollan 
en la adolescencia", dijo.
Se calcula que un 70% de niños de entre 11 y 12 años tienen un celular en el Reino Unido y un 90% de los de 14 años.
Aunque los estudios hechos hasta ahora no han encontrado pruebas de que el uso de celulares cause cáncer u otros daños a adultos a corto plazo, el efecto en niños está menos estudiado.
Ante la falta de información al respecto, el ministerio británico de 
Sanidad aconseja a los menores de 16 años utilizar el celular lo menos 
posible y, a poder ser, con la función de manos libres.
El estudio Scamp pretende profundizar en los efectos sobre el cerebro en
 desarrollo de los más jóvenes, que absorben mayores niveles de 
radiaciones.
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera una "alta prioridad" investigar el efecto de estas tecnologías en la población joven.
La principal investigadora del Imperial College, Mireille Toledano, 
declaró hoy que el estudio británico proporcionará una base sólida para 
poder tomar después "decisiones fundamentadas" en cuanto al uso de 
celulares.
"Al examinar a los niños en el séptimo y noveno año de la educación, 
veremos cómo se desarrollan sus habilidades cognitivas en relación con 
el uso cambiante de los teléfonos celulares y otras tecnologías 
inalámbricas", explicó.
Paralelamente, el Reino Unido colabora en el estudio Cosmos, que 
investiga posibles efectos a largo plazo de estos teléfonos en 290 mil 
adultos, en un periodo de 20 a 30 años.
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