El artista conceptual noruego Alexander Selvik Wengshoel, tuvo una operación de cadera y le pidió a los médicos sus huesos para un proyecto de arte.
Pero luego cambió de parecer;prefirió cocinar sus propias partes y servirlas acompañadas de puré de papas y una copa de vino para luego ¡comer la carne!
Sin embargo, recientemente confesó que cuando estaba preparando sus partes para el proyecto de arte que originalmente pretendía, se le ocurrió cocinarlas para elaborar un platillo que sirvió acompañado de puré de papas y una copa de vino tinto.
“Yo sólo quería utilizarlo en mi arte. No sabía que en ese momento se me iba a ocurrir hervirlo y comerlo”, expresó el joven.
“Yo tenía que hervir la carne para llegar al hueso y cuando empecé a raspar la carne, tomé un pedacito y pensé: ‘por qué no hacerlo?’ No todos los días voy a disponer de un trozo de carne humana, que es mía y que es posible comer. Así que le di una probada y luego pensé: ‘eso es muy bonito’”, agregó.
El artista, que estuvo toda su vida condenado a una silla de ruedas y tuvo que soportar varias operaciones sin éxito dijo que comer su propia carne fue una manera de ayudarle a depurar el dolor.
“El hueso de la cadera ha sido un problema para mí durante más de 20 años. Fue tan duro para mi vida que cuando lo saqué, se convirtió en algo más, en algo romántico,” concluyó.
El artista, que estuvo toda su vida condenado a una silla de ruedas y tuvo que soportar varias operaciones sin éxito dijo que comer su propia carne fue una manera de ayudarle a depurar el dolor.
“El hueso de la cadera ha sido un problema para mí durante más de 20 años. Fue tan duro para mi vida que cuando lo saqué, se convirtió en algo más, en algo romántico,” concluyó.
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