El cantante argentino continúa sin mostrar mejoras, pero los fanáticos aún tienen prendida la vela de esperanza.
El rock latino vio, en el 2010, como su voz más representativa se apagó. Hoy se cumplen cuatro años en que los amantes del buen rock están privados de la voz de Gustavo Cerati. El capricho del destino quiso silenciarlo, pero los corazones de sus miles de fanáticos aún laten al ritmo de sus canciones.La pasión, la entrega y el amor por su música es algo que ningún mal podrá borrar de la retina y oídos de todos los que crecieron escuchándolo.
Cerati estuvo en Lima en diciembre del 2007, ofreciendo un mega concierto como parte de su gira de despedida con la agrupación Soda Stereo, en aquella oportunidad, el estadio Nacional lució completamente lleno y él, como siempre, no defraudó, interpretando las mejores canciones de la agrupación en su gira Me verás volver.
Los fanáticos esperan que despierte algún día y esa misma fe tiene su madre, Lilian Clark, quien espera que su hijo despierte de ese sueño profundo en el cual está inmerso.
"Son cuatro años de cama, pero él está muy bien. Si Gustavo sufriera, sería insoportable, pero él realmente está como dormido. (…) No vemos que vaya para atrás. ¿Sabes qué se aprende de esto? Que la fama es puro cuento. Cuando te toca, no importa si sos conocido o no. Hay que tomarlo como viene, bajar la cabecita y pedirle al tata Dios", afirmó.
Sin embargo, los médicos que lo atendieron han dado mínimas esperanzas de recuperación. "Infarto extenso en el hemisferio cerebral izquierdo y daño del tronco cerebral secundario", así resumieron el cuadro médico de Cerati, pues la complejidad de su estado solo espera de un milagro para ver despierto al intérprete de “Persiana Americana”.
Recordemos que Cerati cayó en coma el 15 de mayo del 2007, cuando se encontraba en Venezuela ofreciendo una serie de conciertos, precisamente, al finalizar uno de ellos, sufre este accidente cerebro vascular (ACV).
Solo nos queda esperanzarnos en que ese milagro que fue tu música pueda darte las fuerzas para abrir las persianas de tus ojos y nos permita, a ti y al mundo entero, cantar una música ligera para celebrar tu nuevo nacimiento en la ciudad de la furia, aquella furia musical de la cual nos volvimos amantes. Cuando pase este temblor de incertidumbre y pena por no tenerte entre nosotros, volveremos a encontrarnos en un concierto; tú parado en el escenario, y nosotros saltando y cantando tus canciones. Despierta que un nuevo mundo de música te espera.
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